Antecedentes Históricos
RESEÑA HISTORICA DEL DEPARTAMENTO Las ciencias de la ingeniería han tenido un temprano desarrollo en la Universidad Nacional del Sur. Han contribuido a cimentar la institución y a proyectarla al nivel que hoy ostenta. El Departamento de Ingeniería tuvo su origen en la Escuela homónima del Instituto Tecnológico del Sur. Cuando en 1956, como consecuencia de la decisiva postura de la población de Bahía Blanca el gobierno nacional crea a la U.N.S, aquella Escuela se convierte en el Departamento de Ingeniería de la nueva Casa de Estudios. A partir de entonces, su ininterrumpida tarea ha sido inspirada por quienes de una u otra manera transitaron sus ambientes, enmarcados, claro esta, en el espacio y los tiempos históricos cambiantes de nuestro país y del mundo en las últimas cuatro décadas. Tales circunstancias enmarcaron a 1995 como el "Año de la Ingeniería Argentina", al que arribamos empeñados en optimizar nuestros recursos y mejorar eficiencia y calidad, adaptándonos a la vez a los rápidos cambios científicos y tecnológicos que hacen a la esencia misma de nuestros egresados. Con el fin de alcanzar ese objetivo, en la enseñanza de grado, el Departamento de Ingeniería dispone de algunas ventajas relativas, puestas de manifiesto por cifras no suficientemente conocidas y que promueven cierto optimismo. Para las tres carreras que se imparten, agrimensura, ingeniería civil e ingeniería industrial, se cuenta en la actualidad con casi novecientos alumnos, lo que implica prácticamente la décima parte del total de inscriptos en la Universidad, y si bien ese año disminuyó el número de ingresantes respecto de 1994, no debe olvidarse que entonces se obtuvo un máximo que superó en un 14 por ciento al valor medio de los últimos seis. Se hace mucho hincapié, también, en el bajo rendimiento de las universidades. No obstante, el valor medio de la última década para la relación egresados / ingresantes en el Departamento de Ingeniería es de alrededor del 40 por ciento, una cifra considerada buena y nada despreciable sobre todo si se la compara con el 19 por ciento que la CEPAL publicó para el país en 1993. Algo similar se registra con la relación de la duración real respecto de la duración teórica de las carreras. Mientras en el Departamento de Ingeniería ésta oscila entre 1,45 a 1,32 - dependiendo del período que se tome - la cifra para América Latina se eleva a 1,6. No obstante, la situación actual debe ser mejorada, y para ello se está trabajando sobre las ideas de aumentar la oferta de carreras e implementar nuevos planes de estudio que tiendan a una mejor formación profesional, readaptando y modificando los contenidos y metodologías de enseñanza, respetando la pauta de reducir a cinco años la duración de las carreras de ingeniería civil e ingeniería industrial. Es oportuno destacar que las conclusiones de las "Jornadas sobre la formación de los ingenieros en la Argentina de hoy y del siglo XXI", organizadas por el Centro Argentino de Ingenieros -efectuadas en mayo de 1995- son en gran parte coincidentes con las propuestas del Departamento de Ingeniería. En tales jornadas se desarrollaron tres temas: "El perfil del Ingeniero requerido por la sociedad argentina", "La propuesta de la Universidad" y "La Ingeniería del siglo XXI". De sus conclusiones, algunas se repiten para los tres temas, pero para resumir resulta útil e importante transcribir sólo algunos puntos de los que aprobaron por unanimidad los panelistas integrantes de "La propuesta de la Universidad": la duración de la carrera de Ingeniería debe ser de cinco años, con una fuerte formación en ciencias básicas. La facultad no puede enseñar todo. El alumno debe aprender a aprender, hacerle ver al alumno que los avances acelerados de la ciencia y la competitividad exigida por los mercados globalizados y liberados, exigen una formación continua. Esto implica nuevos conceptos para los títulos de grado, asociados también a las propuestas de carreras de posgrado. Respecto a este tema debe destacarse que al título de doctor en ingeniería se incorporó últimamente el de magíster en ingeniería, del cual ya hay egresados. El Departamento además participa conjuntamente con los de Química e Ingeniería Química, Física y Geología en el Programa en Ciencia y Tecnología de Materiales (PROMAT), que brinda las posibilidades de magister y doctor en el tema, habiéndose recibido a la fecha pedidos de inscripción de postulantes del país y extranjeros. De manera análoga también forma parte del Programa de Estudios Ambientales, cuya propuesta está a consideración de los Consejos Departamentales para su posterior tratamiento por parte del Consejo Universitario. La investigación básica, aplicada y tecnológica constituyen otro desafio. Queda en evidencia la importancia del tema con sólo citar que los países desarrollados "invierten" del 2 al 3 por ciento de su PBI en investigación. Particularmente, Japón alcanza el 5 por ciento. Debido a que las cifras argentinas son mas modestas, el esfuerzo de los investigadores debe ser mayor. En el Departamento de Ingeniería la actividad se desarrolla en Grupos de Investigación Consolidados (PGIC) y no consolidados (PGINC), sobre temas relacionados con las especialidades de las distintas áreas. El incremento de las investigaciones es uno de los objetivos por ello se las promueve. Como consecuencia, se registra un crecimiento que se refleja en la participación del número de docentes y una creciente cantidad de asistencia a congresos y publicaciones en el país y en el extranjero. La extensión es también motivo de esfuerzo en el Departamento de Ingeniería, abarcando no sólo los aspectos de asistencia técnica a empresas privadas, municipalidades y entes oficiales, sino el dictado de cursos que se ofrecen tanto en el ámbito del Departamento como en los lugares que proponen los organismos o empresas peticionantes. La nómina de comitentes es importante y como ejemplo se citan las tareas realizadas para la Administración General de Obras Sanitarias de la Provincia de Buenos Aires, Empresa Social de Energía de la Provincia, y Base Naval Puerto Belgrano entre otras. El Departamento de Ingeniería comienza a transitar su cuadragésimo año de vida. Si bien es cierto que de un análisis pormenorizado en relación a lo actuado desde su creación hasta hoy surgirían conclusiones útiles para un mejoramiento futuro, se ha preferido analizar brevemente su realidad actual caracterizada por: a) una unidad académica comprometida con el presente y trabajando para el futuro. b) cuadros docentes preocupados por la formación profesional de sus alumnos, sin descuidar los aspectos humanísticos. c) una investigación científica con desarrollo creciente, dentro de la nueva realidad mundial, que atiende las necesidades de la región. Se registra una mayor actividad en cursos de posgrado tendientes a la renovación y actualización de los recursos humanos, y por último, una extensión dispuesta a transferir tecnología, optimizando así el rendimiento de esos recursos, al ponerlos al servicio de la Nación en general y de la región en particular.